¿Por qué siento que no avanzo nada en mi trabajo?
¿Has dedicado mucho tiempo a una actividad y te sientes estancado, como si continuaras donde empezaste o que has avanzado muy poco?
Dado que hemos detectado que esto sucede mucho en la vida laboral, el equipo de Octhopus te comparte consejos para que puedas ser más eficiente y logres quitar ese sentimiento de falta de eficiencia. Estamos convencidos de que una vez que detectes la causa, tu tiempo y tu trabajo empezarán a mejorar.
Acciones que realizamos para conseguir un objetivo
Primero debemos revisar nuestros objetivos. Es común que no nos detengamos a pensar en nuestras acciones para llegar a ellos ni mucho menos en trazar un plan para alcanzarlos. Por ello te describimos 3 tipos de acciones para que puedas identificarlas en el logro de tus objetivos:
- Acciones fundamentales. Acciones que son imprescindibles o muy importantes para conseguir tu objetivo. Cada vez que las ejecutas te acercas un poco más a la meta.
- Acciones complementarias. Acciones que contribuyen a la consecución del objetivo, pero que no valen para nada si no van acompañadas de acciones fundamentales, ya que su función es habilitar, optimizar o mejorar el rendimiento de las mismas.
- Acciones inútiles (desperdicio). Acciones que no te acercan a tus objetivos. En ocasiones tendrás que hacerlas porque quizá son malos hábitos o alguien te lo pide, pero debes de hacer lo posible por eliminarlas.
Con lo anterior, puedes establecer ya un parámetro del por qué no avanzas o ves resultados en tus tareas, a pesar de tu esfuerzo, es probable que estés invirtiendo mucho en acciones complementarias o inútiles y muy poco tiempo a las acciones fundamentales.
Tiempo de inversión en tareas
Una vez que hemos establecido estas acciones fundamentales para alcanzar tus objetivos, es importante que comiences a priorizarlas para saber en qué inviertes tu tiempo y esfuerzo. En el artículo “Tips para priorizar cuando al parecer todo es importante”, te damos toda la información que necesitas para que aprendas a priorizar y hagas de tu tiempo, un tiempo eficiente, ¡no te lo pierdas!
Es importante que te hagas la siguiente pregunta: ¿por qué dedicas tiempo a acciones innecesarias? Aquí te damos algunas respuestas que hemos encontrado:
- Has identificado mal las acciones fundamentales. El motivo por el que muchas veces no conseguimos terminar nuestras tareas de manera eficiente es porque hemos identificado mal nuestras prioridades. Cuando eliges mal tus acciones fundamentales, es más probable que te sientas perdido (a), porque por mucho empeño que pongas, los resultados que vas a conseguir no van a ser buenos, ya que todos tus esfuerzos irán dirigidos a acciones que no necesariamente son las correctas.
- Crees que haces mucho pero en realidad haces muy poco. Hay estudios que demuestran que por lo general, los seres humanos tenemos una expectativa del tiempo errónea y muchas veces somos malísimos estimando a qué dedicamos nuestro tiempo. Es probable que pensemos que hemos estado trabajando en ese proyecto durante 4 horas cuando en realidad sólo hemos escrito ese proyecto por 1 hora, y el resto lo hemos dedicado a escribir correos, contestar el teléfono, entrar a Facebook, etc. Así que, te aconsejamos que si sientes que no avanzas, lo primero que deberías hacer es asegurarte de que realmente estás realizando las acciones fundamentales y que las estás haciendo durante el tiempo que necesitas, midiendo el tiempo real que pasas haciendo esa tarea, puedes ocupar aplicaciones como Toggl que te ayuda a medir el tiempo exacto por tareas.
- Te pierdes en los detalles. Suele suceder que a veces pasamos horas y horas buscando fotografías para hacer un flyer, o seleccionando el template perfecto para WordPress, discutiendo sobre cuál será la música adecuada para redes sociales durante este mes, eligiendo la paleta de colores de la nueva campaña de publicidad, etc. Y el problema es que estas cosas tienen un impacto mínimo en el resultado final, porque suelen ser acciones complementarias y muchas veces también son acciones que sólo te restan tiempo y cuando te das cuenta ya gastaste horas en ello, y por supuesto, no has avanzado nada. Y esto no significa que estos detalles no cuenten, pero debes de considerarlos una vez que cumplas con las acciones fundamentales y complementarias, pues perderse en los detalles no deja de ser una forma de autoengaño, y es importante reconocerla para poder corregirla cada vez que caigamos en ella.
- Quieres hacer todo al mismo tiempo. Esto no significa solamente que quieras hacer multitasking, sino que incluso además de hacer tus tareas recurrentes, también te apuntaste a un curso de Gestión de Redes, una clase de cocina, estás desarrollando tu blog personal, colaboras en el podcast de uno de tus colegas, etc. Claro que es importante tu desarrollo personal, pero debes de enfocarte en una sola cosa a la vez, porque, sin darte cuenta, todas esas nuevas actividades te comenzarán a distraer de las acciones primordiales y cada vez te sentirás más y más estancado (a), y es muy probable que la mayoría de estas actividades las dejes incompletas.
Pasos para ser más eficiente
Ahora que tienes un panorama mayor del por qué sientes que no avanzas en tu trabajo, queremos compartir contigo algunos pasos para ser eficiente:
1. Identificar tareas.
Siempre comienza con estas dos preguntas: “¿Cuáles son las acciones fundamentales que más me van a hacer avanzar? ¿Qué tareas van a tener un impacto real en mis resultados?”
De esta forma te aseguramos que podrás determinar en qué actividades necesitas invertir la mayor parte de tu tiempo. Recuerda que la mejor manera de identificar las acciones fundamentales para alcanzar un objetivo es analizar lo que ya se ha hecho en esta tarea e incluso lo que otras personas ya han conseguido. Cuando lo hagas, intenta ir más allá del cómo y fijarte más en el qué.
2. Aplicar mejor el tiempo y planear tu estrategia.
Ya que hayas decidido cuáles son las acciones fundamentales para conseguir el objetivo que te has marcado, decide cómo vas a aplicarlas. Es decir, las estrategias concretas que vas a usar. En primer lugar, infórmate sobre las tareas que debes de hacer por cada acción fundamental, investigando y analizando todo lo que has hecho, lo que se espera de ti, los tiempos de entrega, etc.
En segundo lugar, elige las estrategias necesarias basadas en criterios como:
- Eficacia. ¿Esta tarea y/o acción realmente te va a ayudar a conseguir los resultados que buscas en el menor tiempo posible o tienes mejores opciones?
- Ejecución. ¿Tienes las habilidades necesarias para poder ejecutar esta acción correctamente? ¿Vas a necesitar formarte previamente?
- Coherencia. ¿Está alineado (a) con tus valores y tus intereses?
- Sostenibilidad. ¿Vas a poder ejecutar esta tarea de manera regular o vas a sentirte muy frustrado (a) a los dos días?
Con base en esto puedes asegurarte de que la estrategia que elijas es compatible con tu vida y tus características personales, para que también puedas realizarla de manera más fácil y sin sentir que no das el ancho debido a su complejidad o incluso a que sea tan sencilla que termines por hacer otras mil cosas en su lugar sin avanzar en nada.
3. Eliminar distracciones
Para que logres conseguir los resultados que buscas, es importantísimo que no te distraigas. Que te enfoques en la tarea que estás realizando y que si ya tienes establecida una ruta de acción (planeación), no te sientas tentado (a) en experimentar nuevas ideas que parecen ser más fáciles, pues ello te llevará a comenzar desde cero, te desenfocará y entonces volverás al ciclo de solo trabajar y trabajar sin dirección alguna.
También te pueden entrar muchas ganas de dedicar menos tiempo a lo que estás haciendo por centrarte en otras tareas que quizá estén más avanzadas o que piensas que son más fáciles que la que ya empezaste, pero no lo hagas, si ya has iniciado una tarea, termínala, y una vez terminada, continúa con la siguiente. No olvides que tus avances dependen de que realices las acciones fundamentales de manera regular, así que céntrate exclusivamente en eso y di que no a todo lo demás.
4. Evaluar resultados
Al finalizar tu jornada evalúa las acciones que hiciste por cada tarea e identifica aquello en lo que puedes mejorar, y aquello que te ha sido de gran utilidad sigue practicándolo hasta perfeccionarlo. Es de suma importancia que tomes en cuenta esta parte tan esencial del proceso, pues te ayuda a comparar los resultados previstos y realizados, en conjunto con las expectativas, así que puedes situarte en un parámetro real para mejorar tu planeación.
Trae a la mesa tus objetivos primordiales y compáralos con todo el trabajo que has realizado hasta el momento y así decide, ajusta o elimina aquellas acciones que consideres necesarias para poder cumplir tus metas.
Conclusiones
Existe la falsa idea de que para tener éxito con cualquier proyecto u objetivo necesitamos realizar un montón de acciones o que si es que te la pasas todo el día trabajando es porque eres muy productivo (a), pero la realidad es que no es así, y tú lo sabes, pues has pasado muchos días trabajando de sol a sol y sigues sintiendo que no avanzas. La realidad es que es más sencillo de lo que pensamos, el éxito depende de ser capaz de realizar acciones fundamentales una y otra vez, priorizando bien tus tareas, esa es la clave.
Así que si sientes que estás esforzándote y trabajando duro y aun así no consigues resultados, seguramente el problema es que no estás dedicando suficiente tiempo a priorizar. Por eso, nuestra sugerencia es que te olvides de los atajos, los detalles extremos, las técnicas avanzadas, y te centres en identificar las acciones fundamentales y en ejecutarlas. ¡Te aseguramos que con esto los buenos resultados llegarán muy pronto!
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